GIPUZKRÓNIKAS 1996
 

EL ALARDE DE HONDARRIBIA

Esta Gipuzkrónika de 1996, se viste de cantinera guapísima y deja la escopeta en el armario. Porque las armas no tienen sexo, pesan demasiado y hacen mucho ruido. Si hay que echar una mano en una guerra, pues se echa, pero en época de paz es más cómodo y elegante lo del abanico y la sonrisa.

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