DONOSTIA A LA CARRERA

 

Resulta impactante pasear por ciertas zonas de San Sebastián, sobre todo al atardecer, y cruzarse con grupos en animada conversación pero que van vestidos de corto y a todo correr. Son gente que ha cambiado el txikiteo diario por un paseo de diez kilómetros, que es mucho más sano y barato. Son personas normales, que disfrutan así. Es una filosofía, una forma de vida cada vez más arraigada entre los donostiarras. Otros van solos, o en pareja, con sus ajustados culotes negros-foca, sus walkman y sus zapatillas de aire comprimido. Donostia es korrikalari y cuenta, desde hace ya muchos años, con pruebas de cross internacional y otras populares.
El seis de enero, se celebra desde hace ya 73 años, el Cross de Reyes, organizado por la Gimnástica de Ulía y que recorre el barrio de Gros. El día 12, el Memorial Muguerza, en Elgoibar, que va ya por sus sesenta ediciones. Pero el más popular es si duda el Cross Internacional de San Sebastián, antes de Lasarte, que se celebra en el hipódromo de Zubieta, antes de Lasarte. Transcurre en un lugar cerrado y permite seguir a los deportistas durante todo el recorrido. No puede participar cualquiera, como en los populares y ha visto desfilar a los más importantes atletas del mundo. En 1993, el etíope Fita Bayessa, clavó el cronómetro en 29´ 12´´, marca que se ha mantenido insuperable hasta este año, en que un desconocido y esquelético tanzano de nombre John Yuda, lo ha colocado en 28´ 44´´. Este casi medio minuto ha puesto el listón en un lugar muy difícil de superar, que en boca de Miguel Ángel Mostaza, organizador de la prueba, más parecía una carrera de 10.000 metros en pista que un cross.
Casualmente, ha coincidido este nuevo record, con el fallecimiento de Mamo Wolde, muy querido en nuestra ciudad. Hizo doblete en Lasarte y Elgoibar los años 1963, 1964 y 1967. Posteriormente ganó el maratón en las Olimpíadas de México 86, lo que le convirtió en héroe nacional en Etopía, su país, y sucesor de su compatriota Abebe Bikila. En  aquella foto con Urtain y su piedra, mostraba su extremada sencillez y humildad. Un deportista superdotado que por problemas políticos, pasó en la cárcel los últimos nueve años de su vida. Salió en enero, coincidiendo casualmente con el cross, y murió a los cuatro meses en la extrema pobreza.
Otra carrera que se ha consolidado en Donostia es la Maratón de San Sebastián que se celebra en noviembre y este año cumplía sus bodas de plata. Tiene por salida y meta Anoeta y recorre toda la ciudad. Tiene carácter popular, es de libre inscripción y este año han participado dos mil deportistas de los que mil quinientos han llegado a la meta. Curiosamente también en esta prueba se ha batido el record que estaba establecido, también, en 1993. Lo tenía Nenurikat en 2h 10´ 03´´ y esta vez fue el keniata Cherigat quien se lo comió. Dio un crono de 2h 09´ 34´´ que convirtió a esta prueba en la más rápida de España, por delante de maratones tan importantes como el de Barcelona y lo coloca en el lugar número 13 de los maratones de todo el mundo, compitiendo con los de New York, París, Rótterdam, Berlín, Chicago, etc., citas ya míticas por su participación que se convierten en verdaderos ríos de atletas con más de 100.000 participantes.
Y cómo no,  la Behobia-San Sebastián en la que participan miles y miles de gentes de toda edad. Una gran fiesta popular. Hay que hablar  del Triatlón, el Lilatón, y hasta de la Korrika y el Kilometroak. Y las que se celebran en la provincia entre las que cabe destacar la Media Maratón de Loyola, en recuerdo del que fue importante deportista y olímpico, el azkoitiarra Diego García, que falleció de un fallo cardíaco el año pasado durante el entrenamiento la víspera de una importante carrera en Azpeitia.

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